Exfoliante labial a base de azúcar de Lush: Bubblegum
¡¡Hola potiprobador@s!!
Hoy quiero hablaros de un
estupendo exfoliante labial de Lush con el que me sorprendieron unas amigas en
mi último cumple (¡muchas gracias chicas!)
Ya que los labios son tan
sensibles y se ven muy afectados por los factores externos, requieren de
nosotr@s que les prestemos un poquito más de atención. Yo los míos los tengo
bastante secos (especialmente desde que hice el tratamiento hormonal contra el
acné, no se han recuperado, los pobrecitos), y además de hidratarlos mucho,
siempre viene muy bien exfoliarlos suavemente para quitar las pielecitas
muertas que podamos tener y para que además nos haga mucho más efecto cualquier
producto hidratante que pongamos después.
Antes de que este exfoliante
llegara a mis manos solía exfoliar mis labios un poquito de vez en cuando con
un cepillo de dientes, y, cuando tenía un ratito más largo, con una mezcla de
azúcar y aceite de oliva que hacía en mi casa.
Ahora, claro está, utilizo este exfoliante y la verdad… ¡¡es que es un
gustazo!!
Seguro que la mayoría ya conocéis
la marca Lush. Es una marca que fabrica sus productos a mano, la gran mayoría en estado sólido (por un
empaquetado más sencillo) y con un amplio compromiso ético (no testan en
animales ni compran sus productos a empresas que sí lo hagan, abogan por la conservación
del medio ambiente y por el comercio justo, etc.), la mayoría de sus productos
son sin conservantes y aptos para vegetarianos. En España tienen varias tiendas en algunas ciudades (si habéis pasado a
su lado, sin duda os habréis fijado, ya que siempre despiden un olor… ummm…
¡delicioso!) Os paso el link por si queréis echarle un ojo, que además hay
tienda online: http://www.lush.es/
Tienen varios exfoliantes diferentes, el que a mí me regalaron fue el que se llama Bubblegum. Este exfoliante viene en un pequeño botecito de cristal que contiene 25 gramos. Es muy curioso, porque en la etiqueta de cada producto de Lush, además de la fecha de caducidad, los ingredientes, y lo demás que es típico, pone el nombre de la persona que fabricó ese producto concreto y el día en que lo hizo. El mío, por ejemplo, es obra de Lukasz. Pues bien, cuando abrí el botecito (el tapón va a rosca) lo primero que me llamó la atención fue, cómo no, ¡el olor! ¡Si es que dan ganas de comérselo a cucharadas! Huele fenomenal a chicle de fresa, probador@s, es toda una tentación J Y lo mejor de todo es… ¡que se puede comer! Bueno, claro, tampoco es que nos lo vayamos a zampar como si de una chuche se tratara, pero esto quiere decir que, una vez nos lo hayamos puesto en los labios… ¡¡podemos quitárnoslo con la lengua y nos sabrá fenomenal!! El producto dentro del botecito es una pasta granulada de color rosa chillón (muy llamativo) y que no es especialmente pegajosa. Estos son los ingredientes que lleva: azúcar en polvo, aceite orgánico de jojoba, sabor, color 45410, color 45380.
Aplicarlo es muy sencillo, se coge un poquito con el dedo y se deposita en los labios. Si nos damos un masaje suave, los granulitos del azúcar nos retirarán las pielecillas y nos quedarán súper suaves. Pero si tenéis un ratito, además de esto yo os recomiendo que os lo dejéis puesto unos minutos (todo lo que aguantéis sin coméroslo, claro), ya que el aceite os hidratará un montón, y además de suavizarlos, los dejará aún más nutridos. ¡Es una maravilla! Pero recordad, la exfoliación que sea siempre con suavidad, ¡no queremos hacernos ningún estropicio ni agredir la piel!
Seguro que si habéis visto el precio (creo que son 7-8 euros aproximadamente), os parecerá que es un poco caro teniendo en cuenta que nosotros mismos podemos hacernos un exfoliante casero de características muy similares. Pues sí, estoy de acuerdo en que barato no es, pero si alguna vez os queréis dar un capricho (¡o si el capricho os lo regalan!) es una opción magnífica (y muy golosa) para cuidar la piel de los labios.
Contadme probador@s, ¿habíais
probado este exfoliante o alguno otro de Lush? ¿Cómo os cuidáis vosotr@s los
labios?
Muchos besitos,
Leti.